sábado, 18 de junio de 2011

Afectos y Emociones... sanos cuando se HABLA de ellos y ellas.

El amplio campo de los afectos y de las emociones en los adolescentes... En la anterior entrada hablábamos de la emocionabilidad variable, de la inestabilidad afectiva, de la hiperemotividad... Vamos que haciendo un poco de memoria, nos imaginábamos a aquel chico que describía Goethe en su obra "Las desventuras del joven Werther". Werther, como podéis ver en la imagen de la derecha, es un joven apasionado que narra sus desventuras emocionales con Lotte, una chica comprometida con otro joven que le cede su amistad.

Así, da la sensación de ser un período turbulento, plagado de "tormentas emotivas". Y es que el sistema endocrino y el desarrollo del córtex frontal (la parte más racional del cerebro) pueden fomentar este caos, sin embargo no todos los jóvenes (gracias a dios) se encuentran sujetos a dichas tormentas.

Hay ocasiones en las que no llegan a ser tormentas porque se resuelven los problemas, y esto sucede sobre todo cuando hay COMUNICACIÓN habitual entre padres e hijos.

Veamos antes de continuar el siguiente video (sacado de una serie de la que podeis aprender mucho: A dos metros bajo tierra"):




En este fragmento de la serie se ve una escena (permítanme decirlo) muy frecuente en las familias. Esta madre y esta hija estan muy lejos de la comunicación fluida, de la confianza. Esto hace que Ruth (la madre) se sienta insegura y tienda a sacar conclusiones incorrectas acerca de su hija. No sabe, ni controla acerca de su hija, sus amigos, sus relaciones, sus emociones... y claro esta sus relaciones sexuales.

Claire (la hija) actúa radical, visceral, hostil... sin embargo cabe pensar: es que su madre se encuentra tan lejos de ella... Y claro, aquí radica el problema, la conducta de esta pequeña/gran adolescente no está satisfecha, tiene necesidades (desarrolladas por Schneider) que no están cubiertas y no lo han estado desde hace tiempo:
- Autonomía: "No necesito ayuda" Claire actúa en defensa de su independencia emocional, para ella parece que su madre quiere seguir protegiéndola.
- Seguridad: En su diálogo se respira incomprensión, y es sencillo: Claire esta totalmente perdida, sus amigos le han dado de lado y ni siquiera tiene el apoyo de su madre; entre otras cosas es por esta incoherencia emotiva, por su falta de confianza por lo que salta tan repentinamente ante la desafortunada pregunta de Ruth
- Libertad experiencial: Necesidad por la que toma las conductas irreflexivas como "coger el pie de un muerto que había en su casa (ya que su familia trabaja en una funeraria) y metérselo en la taquilla a un chico de su instituto". Pero que no le hace ser "patológicamente impulsiva"
- Afecto: No hay atisbo de confianza ni reconocimiento o valoración.

En cuanto a Ruth, su conducta desde un principio es negativa, tiene algo en su cabeza a lo que no para de dar vueltas y es por ello que desde el comienzo del diálogo ya esta preocupada, tono que con frecuencia pone en alerta a nuestros y nuestras adolescentes. Comienza diciendo: "Ya sé que pensarás que soy vieja y estúpida".... "pero te quiero igual que te he querido siempre y estoy preocupada por ti" Pero ya este mensaje no esta funcionando, está actuando como si Claire fuera una niña, no le está dando valor ni responsabilidad a los actos que ésta realiza.

¿Qué ocurre aquí? El mensaje es "corrosivo" para Ruth que finalmente queda estupefacta, probablemente porque hay carencias de comunicación. Son dos desconocidad, ya lo dice Claire (nunca ha habido diálogo entre madre e hija). Sin embargo, algo importante a tener en cuenta es que cuando un joven confiesa algo que atenta directamente contra los valores de la familia, lo hace porque ha jugado con fuego, pero no aguanta más el calor. Por ello, lo cuenta, aún a riesgo de castigo y por ello lo cuenta sin tacto, como una bomba de relojería.

En casos como estos ¿qué debemos valorar?
                                                                                *Un buen ejercício sería realizar esta reflexión con el fragmento expuesto anteriormente

1. Si el clima es el adecuado
2. Si el problema le supera y el cargo de conciencia es grave o no.
3. Qué persigue al contarlo:

    - Tranquilizarse.
    - Descargarse ante vosotros/as.
    - Traspasar la responsabilidad.
    - Demostrar que ya no es dependiente ni dócil.
    - Sacar a luz un mensaje peor implícito.

Una vez analizado, conviene tener previsto qué hacer y qué decir después: orientarle, proponerle claves o metas comunes, mantener más orden y control sobre tu hijo/a...Os aconsejo:
  • Lo primero que os sentáis cómodos, y agusto, que el clima sea tranquilo cuando tengáis un conflicto.
  •  Es importante que establezcais cuales serán los límites y reglas de la conversación, no sois amigos, sois padres y madres e hijos e hijas; esto deben de entenderlo. Además al establecer reglas deberíais explicarlas, hacer mención a por qué es esto de este modo y no de este otro modo; y claro esta, hacedlo con calma.
  • Que escuchéis plenamente, no interrumpáis (que escuchéis antes de hablar)
  • Que valoreis sus sentimientos, le comprendais de verdad y además lo expreseis: te comprendo, entiendo lo que dices...

Lo primordial... conservar la calma

Ello te permitirá encontrar la respuesta más adecuada.            

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