Nuestros niños... nosotros mismos, tenemos un cuerpo que está en constante cambio desde el día en que nacimos. Al nacer, sucedió el primer gran cambio, un pequeño ser que iba creciendo de muy poco en muy poco llegaba a la vida y hacía que una familia (del tipo que fuera) se conformara debido a la gran necesidad y dependencia de esta pequeña gran personita.
Comencemos pues con algo básico: ¿qué es la pubertad? Pues bien, se trata de un proceso de cambio que puede durar un año y prolongarse hasta seis. Cada niño tendrá su propio calendario, y cada cuerpecito decidirá cuando comenzar a desarrollarse. En varones por ejemplo, el cambio puede comenzar desde a los 10 como hasta los 17 años, mientras que en las chicas, los cambios pueden comenzar a los 8 o a los 14 años. Estos cambios ocurrirán en dos vías paralelas: cambios físicos y cambios emocionales.
Quizás sepamos más de los estirones, de la barba, del crecimiento de las mamas... son cambios que se observan con mayor facilidad, son los cambios físicos; pero es que las hormonas... que son las que están detrás de todo este proceso, también causan los cambios emocionales. Pero no nos adelantemos... comencemos por el principio:
Todo comienza en el cerebro, la pubertad comienza en el hipotálamo, una glándula endocrina, es decir, zona del cerebro encargada de segregar hormonas. Así, cuando el cerebro sabe que una persona se acerca a la madurez sexual, libera sustancias químicas que activan a dichas glándulas endocrinas. El hipotálamo envía entonces señales a la hipófisis, otra glándula, que fabrica hormonas cruciales para el desarrollo del chico o la chica.
En las chicas es la hormona folículoestimulante o FSH, que estimula el crecimiento de los folículos de los ovarios, produciendo estrógenos (hormona sexual femenina) Y es este estrógeno, el que actúa sobre el cuerpo de la niña desarrollándolo, y produciéndole sensaciones sexuales, y las emociones intensas.
Y esque con frecuencia, al llegar la pubertad, con ese segundo gran acontecimiento de nuestro hijo o hija, al comenzar este principio de adolescencia alocada... todas las dudas se concentran en la cabeza... que si novios, que si respuestas, discusiones por salir a la calle, botellón... El miedo de ver que nuestros hijos pasarán por problemas relacionados con tres áreas: los conflictos con nosotros (madres y padres), la inestabilidad emocional, y las conductas de riesgo.
Pero claro, al pensar en todo esto estamos dejando de lado el por qué ocurre y el por qué tenemos miedo... Su respuesta: carácter transitorio y rápido de esta etapa, con los cambios físicos y psíquicos que conlleva y con los nuevos roles que chicas y chicos tendrán que asumir. Está claro que la adolescencia es una etapa veloz, en la que hay que adaptar muchos cambios en muy poco tiempo, y tenemos (en este breve período) que asumir que nuestros hijos comienzan a entrar en nuestro mundo como iguales.
Sin embargo, pese a lo expuesto, tal y como apunta un experto en esta materia: “No hay que olvidar que la mayoría de adolescentes irán adaptándose de una forma saludable a los cambios experimentados, y resolverán satisfactoriamente las tareas que se les presenten, por lo que para muchos esta será una etapa feliz y sin especiales dificultades, marcada por la adquisición de nuevas capacidades y por la adopción de nuevos roles”.
Finalmente, dejo dos libros que recomiendo que lean vuestros hijos, para un sano desarrollo. Son cortitos y sencillos!
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